THE WILD WET WEST CANADA Etapa I: La llegada. De Vancouver a Victoria (Vancouver Island, British Columbia).

Viajamos a Vancouver a través de París con Air France. La escala que nos dieron cuando compramos los billetes, la veía muy justita y lo era, una hora escasa en Charles de Gaulle es poco tiempo. Por suerte, cuando llegamos buscamos la ayuda del personal de tierra que organiza la cola y pudimos embarcar sin problemas.

Lo mejor del vuelo para mi fue sobrevolar una albina Groenlandia 😉 radiante y espectacular toda ella. Para maridín creo que fue Groenlandia y el video uh oh uh oh ohhh de las air francesitas explicando las instrucciones de seguridad en la pantalla individual 😉 Aquí el video uh oh uh oh ohhh

Y tras un vuelo sin incidencias de diez horas llegamos al aeropuerto de Vancouver. Reconozco que comienzo a liar los clónicos aeropuertos, se me olvidan como son, los mezclo, los confundo, …de este recuerdo un enorme mandala de madera, una cascada y la muy fría bienvenida de unas máquinas autoservicio para hacer el control de pasaportes. Me llamó la atención que es el primer aeropuerto internacional donde no nos sellaron los pasaportes. Supongo que la autorización electrónica (eTA – Post preparativos), que tuvimos que solicitar por e-mail antes de viajar, agiliza este proceso.

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Es cierto que en Canadá casi todo se puede pagar con tarjeta, pero en nuestro caso uno de los Bed & Breakfast que reservamos avisaba que solo se podía pagar en efectivo. Así que, en el primer cajero que nos cruzamos en un pasillo enmoquetado, sacamos algo de dinero. Recurrir a cajeros automáticos, ventanillas de cambios o llevar desde aquí dólares canadienses, dependerá de las condiciones de tu entidad bancaria. A nosotros nos compensa pagar con tarjeta siempre que podamos y, para los “por si acasos”, solemos sacar algo de dinero en cualquier cajero (ATM). (Cambio oficial 1,42 $/€)

Con las maletas sanas y salvas, el pasaporte sin sello y algo de efectivo salimos al soleado exterior y cruzamos hasta el parking para recoger el coche en Álamo, compañía que contratamos a  través de rentalcars.

Tardamos en darnos cuenta que nos habían hecho un upgrade, habíamos reservado un SUV con cambio automático y nos dieron un 4 x 4 Hyundai Santa Fe. Lo de elegir un SUV, y no un turismo, fue porque visitaríamos la remota zona de Bella Coola donde el asfalto desaparece y una pista muy decente se precipita desde las alturas hasta un valle. Además eran muchos días de viaje, muchos kilómetros y acabaríamos agradeciendo algo de comodidad y amplitud. Por suerte, como os comentaba en el post de preparativos (enlace), nos ahorramos unos eurillos estando pendientes de los precios, bajaron y pudimos cambiar nuestra reserva.
¿Es imprescindible un SUV o 4×4? Depende de las zonas a visitar, pero en general para recorrer los circuitos más típicos es suficiente con un turismo.

 

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Revisamos el coche y nos ponemos en marcha. No podíamos perder mucho tiempo pues esa misma tarde debíamos coger un ferry que nos llevaría a la vecina Isla de Vancouver. Los billetes los llevábamos reservados, porque era el fin de semana del llamado Labor Day, y al ser puente-festivo suele haber muchos desplazamientos de los locales y no quisimos arriesgar. En el  Post Preparativos tenéis la web para consultar horarios, precios…

Estábamos cerca, a unos 27 km, apenas media hora. Pero habíamos dejado un cómodo margen de tiempo porque había que tener en cuenta posibles imprevistos como retrasos en los vuelos, incidentes con el equipaje, o colas para recoger el coche, el tráfico, atascos… Por suerte hubo cero imprevistos y con la ayuda de Jenny Garmin 😉 , nuestro GPS para quien aún no la conozca, llegamos al puerto con tiempo de sobra para embarcar. El sistema es fácil y sencillo, similar a un peaje de autopista. En Vancouver hay varios puertos para ir a Vancouver Island, nosotros por comodidad/proximidad al aeropuerto embarcamos en Tsawwassen y nuestro puerto de llegada en Victoria sería Swartz Bay.

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La travesía en el ferry dura una hora y media aprox. y es un agradable paseo lleno de nuevas y diferentes perspectivas de la orilla de Vancouver que se aleja, embarcaciones que se cruzan, laderas, los primeros abetos y pinos de trillones, casas, islas, islotes que salpican el camino…

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En el ferry hay wifi gratis, cafetería, tiendas… pero la meteorología acompañaba y estuvimos todo el tiempo fuera entretenidos con las muchas vistas panorámicas, las pocas aves, algunos barcos… Y con el sol casi comenzando a caer llegamos a la Isla de Vancouver. No tendríamos tiempo de hacer mucho, nuestra intención era llegar al alojamiento, ubicarnos, cenar o no según ganas, y descansar del largo día.

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Como ya comenté en el Post Preparativos los alojamientos los reservamos con mucha antelación porque en determinadas zonas vuelan y se encarecen. De los Bed & Breakfast, tan habituales en Canadá, creo que haré un post específico de los que nosotros utilizamos así que no me enrollaré mucho.

Este primer Bed & Breakfast se llamaba Coles Bay y está ubicado en una zona residencial muy tranquila de Northsaanich, cerca del puerto y del aeropuerto, y a unos 20km de Victoria. Nos recibió nuestra amable anfitriona que nos mostró la casa y nuestra amplia habitación para esa única noche. Era una casa de madera, confortable, muy coqueta y ubicada en la planta principal con vistas a los verdes jardines que ahora estaban inundado de la luz anaranjada del sol. Sin duda allí tuvimos la cama más cómoda de todo el viaje,… vale que estábamos cansados del vuelo y eso nos hace menos objetivos, pero todavía nos acordamos de lo perfecta que era toda ella ☺ Un B&B muy recomendable.

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Quizás hubiera molado recorrer los 20 km. que nos separaban de Victoria para ver la ciudad iluminada, pero solo tuvimos energías para una ducha, una cena en el vecino barrio de Sidney, un mini paseo a oscuras cerca del mar y caer fulminados por un rayo en la cómoda cama… cansados nos fuimos a dormir, mañana nos esperaba nuestro primer día.

Continua…  THE WILD WET WEST CANADA Etapa II: Vancouver Island, Canadá. Paseando por Victoria y Duncan …

Info práctica ¿Cómo llegar a Vancouver Island?

Vancouver Island se encuentra al oeste de Canadá y para llegar allí desde la ciudad de Vancouver se puede:

  1. La opción más habitual es tomar un ferry desde algunos de los puertos de Vancouver que nos venga bien. Es posible embarcar con turismos, caravanas y autocaravanas. Los precios varían según el rango de tamaño del vehículo. Consultar la web para precios, horarios y mapas en Bc ferry
  2. Tomar un hidroavión que en apenas media hora nos trasladará y aunque sea un vuelo casi doméstico nos servirá de vuelo escénico. Atención a las limitaciones de equipaje.
  3. Combinar ambas opciones a través de algún touroperador, en las proximidades del puerto es posible encontrar empresas que ofertan paquetes. Dejo aquí un primer cabo del que tirar Tours a Victoria
  4. Por avión desde el aeropuerto internacional de Vancouver al aeropuerto de Victoria. Supongo que más caro y menos habitual.

También se puede llegar desde USA, por ejemplo desde la vecina Seattle salen barcos con un amplia oferta de horarios. O por tierra pasando los controles fronterizos similares a cabinas de peajes y que al parecer no entraña demasiada dificultad.


4 respuestas a “THE WILD WET WEST CANADA Etapa I: La llegada. De Vancouver a Victoria (Vancouver Island, British Columbia).

  1. Una interesante y entretenida crónica de viaje. Cuando se hace un viaje tan largo y con un vuelo de conexión de por medio, siempre hay que procurar, por experiencia propia, que haya unas dos horas como mínimo entre el vuelo de llegada y el de salida. Han sido unas cuantas las ocasiones en que me he quedado en tierra por culpa de un retraso. Pensaba que en el aeropuerto de Charles De Gaulle os habría ocurrido lo mismo, pero he visto que no. Enhorabuena, jeje.
    Yo solo he visitado Canadá en una ocasión y por trabajo (exceptuando la visita a las cataratas de Niágara en un viaje que hice con la familia a los EEUU). Fue en Toronto, allá por los años 80, y, por desgracia, guardo un muy mal recuerdo. Me perdieron el equipaje en Heathrow y el trato en el aeropuerto no fue muy ejemplar que digamos. Y en cuanto a pernoctar en un B&B siempre me ha parecido una muy buena opción.
    Me ha encantado la forma de narrar este periplo tan bello. Espero la continuación y que no tuvierais ningún contratiempo, pues estos muchas veces acaban diluyendo las bondades de un viaje de placer.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias Josep por pasarte por este ciberrinconcito a pasear conmigo. Aquí encontrarás un poco de viajes y en la sección de historias un algo de mis reflexiones, infundios, desvaríos,… Me alegra saber que te ha encantado el paseo, que te ha parecido interesante y entretenido 🙂 gracias por tus bonitas palabras.
      Siempre que podemos evitamos hacer escalas breves, me siento algo mayor para carreritas aeroportuarias jeje y pellizcos innecesarios en la barriga, pero esta vez no había otra combinación posible. Por suerte salió bien, pero creo que fue porque estuve rápida buscando al personal de tierra para que nos colara en el control de pasaportes… si nos ponemos en la cola no llegamos. Es una pena ese feo retrogusto del viaje a Toronto… es cierto que a veces los contratiempos empañan los recuerdos. Y sí, los B&B son una muy buena opción de alojamiento… y en ellos a veces ocurren cosas mágicas y curiosas 😉 pronto contaré una historia, muy especial para mi, sobre un B&B en la isla de Vancouver.
      Me ha alegrado mucho encontrarte por aquí. Gracias por pasarte y quedarte cerquita. Un abrazo

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