Lo vuelvo a confesar, o sea lo re-confieso… definitivamente cada vez nos cuesta más elegir destino. No porque hayamos viajado mucho y el mundo se nos quede pequeño, ¡ojalá!, sino porque seguimos necesitando en nuestros viajes, muchos bichos. Supongo que seguimos algo Kruger-enfermos y sin duda, necesitamos las muchas emociones que la fauna nos transmite.
Después de descartar varios destinos, la salvaje Canadá apareció en algún momento. Un país que siempre nos ha parecido muy atractivo pero que siempre había sido aplazado por necesitarse muchos días y por ser algo caro.
Canadá es inmeeensa, en extensión es el segundo país más grande del mundo. Sin duda había que descuartizarla y una buena forma de comenzar a hacerlo es elegir entre el Este y el Oeste. Ambas orillas tienen sus muchos atractivos, pero por una cuestión de fauna y salvajismo el oeste nos convenció más. Disponíamos de unos 24 días y decidimos hacer una especie de tranquilo road trip sin prisas por la Wild West Canada.
Viajaríamos en septiembre, y este año 2017 Canadá conmemora los 150 años de su confederación. La celebración tenía algunas ventajas como que las entradas a todos los Parques Nacionales sería gratuita, habría eventos especiales,… pero a cambio se esperaba una mayor afluencia de visitantes.
Cuando comencé a leer sobre el destino me di cuenta que poseía muchos atractivos. Más allá de las espectaculares Rockies Mountains repletas de lagos, glaciares, cascadas, senderos, bosques, fauna… el país también ofrece playas, islas, islotes, historia, museos, ciudades multiculturales, carreteras escénicas,…
Y muchas actividades como avistamiento de cetáceos y de osos, vuelos escénicos, rafting, alquiler de kayaks, canopy/tirolinas, puentes colgantes, aguas termales, paseos sobre glaciares, pesca…
Un destino muy completo. Pero para nuestra sorpresa, un país que siempre nos había atraído mucho mucho de repente nos parecía menos atractivo. Pensábamos que quizás podría estar algo flojo en bichos, en biodiversidad, y que quizás los avistamientos podían estar complicados. Porque, sin duda, Canadá es very wild pero es un país tan enooorme que la fauna está muy dispersa,…y hay taaantos abetos de Douglas que los avistamientos se complican…
Aunque el bicheo a priori parecía que podía estar difícil, la realidad era que iba a ser un super viaje, debía de estar muy contenta… y lo estaba, pero reconozco que mi barriga no daba saltos de emoción, sin duda Canadá me atraía muchísimo, me apetecía mogollón… pero quizás no me entusiasmaba tanto como debiera, seguramente, debido a mi Krugeradicción.
A maridín le pasaba algo parecido, así que llegamos a un acuerdo con nosotros mismos; disminuiríamos nuestras ansías bicheras y retomaríamos el mundo de los senderos, … miles de trails en paisajes increíbles nos esperaban.
Pero quiso la casualidad… que cuando preparaba la ruta, me encontrara información sobre una zona del país donde en el mes de septiembre se pueden ver osos grizzlies pescando salmones… Y entonces mi barriga dio un salto, se despertó 😉 sin duda la idea de ver osos gratis y a mi aire, me entusiasmó mucho ☺ .
Sabemos que con los bichos nunca se sabe, ver fauna es una cuestión de fechas, suerte, de momentos adecuados en lugares adecuados,… pero decidimos intentarlo, quizás incluyendo esta activa zona aumentaríamos algo las probabilidades de ver osos.
La región se llama Bella Coola y, como no podía ser de otra forma, pillaba lejos de las rutas habituales. Ir a la remota zona suponía desviarnos hacia el norte y hacer casi mil quinientos kilómetros más… Así que me tocó negociar un poquito con maridín a quien en principio, el desvío y la kilometrada, le parecían excesivos en un viaje de ya muchos kilómetros.
Nos costó darle forma al planning pero finalmente conseguimos incluirla en la ruta.
Sin duda Bella Coola me motivaba mucho ☺. Ahora el viaje me parecía más completo, emocionante, más variado y acorde a nuestros gustos o necesidades 😉 un poco de mar, un mucho de montañas rocosas, un paseo fugaz por un par de ciudades y quizás, con algo de suerte, algún oso 😉
Finalmente nuestra ruta quedó así: 4 noches en la Isla de Vancouver, 3 noches en la región de Bella Coola, 10 noches en las Rockies Mountains (4 Parque Nacional de Jasper, 4 en P. N. Banff, 2 en Yoho-Field), 3 noches en Vancouver y 3 noches de tránsito (Williams Lake, 100 mile y Hope).
Y con los billetes comprados, casi todo reservado, mucho entusiasmo 😉 y muchas ganas… por fin llegó el uno de septiembre… nos íbamos a la Costa Oeste de Canadá, el país de la red leaf, el país de la roja hoja de arce, nos esperaba… ¿Nos acompañas?
Te cuento más aquí :
PREPARATIVOS COSTA OESTE DE CANADÁ
THE WILD WET WEST CANADA Etapa II: Vancouver Island, Canadá. Paseando por Victoria y Duncan
WILD WET WEST CANADA Etapa III: Rumbo a Pacific Rim National Park (Vancouver Island, Canadá)
WILD WET WEST CANADA Etapa IV: PACIFIC RIM NATIONAL PARK. VANCOUVER ISLAND (Ucluelet y Tofino)
WILD WET WEST CANADA. Etapa V: Adiós Vancouver Island
WILD WET WEST CANADA. Etapa VI: SEA TO THE SKY HIGHWAY. Literal…del mar al cielo
WILD WET WEST CANADA. Etapa VII: El valle de Bella Coola.
WILD WET WEST CANADA. Etapa VIII. Visitar JASPER NATIONAL PARK
WILD WET WEST CANADA. Etapa IX ICEFIELD PARWAY: La carretera más bonita del mundo mundial.
WILD WET WEST CANADA Etapa X: PARQUES NACIONALES DE BANFF y YOHO
WILD WET WEST CANADA Etapa XI: HOLA VANCOUVER
Te Cuento de Viajes 
A veces cuesta elegir destino pero lo que cuenta es que lo habéis disfrutado!!
Un abrazo
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Siiiii!!! A ratos somos muy Krugeradictos e indecisos pero… también somos muy «disfrutones» 😉 😀 jajaja
Gracias por pasarte por aquí compañera. Un abrazo y buen comienzo de semana!
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