Cádiz felina : Vidas Fugaces en el Campo del Sur

Nunca Cádiz me había parecido una ciudad gatuna. No era, ni es, frecuente encontrar gatos callejeando como quizás ocurre en Estambul, en Chauen, o en Roma… pero ahora sé que algunos viven en plena escollera, a orillas del Atlántico, donde hay rústicas gateras que entre unos y otros han construido.

Allí, en el habanero malecón del Campo del Sur conocí a Cristina, una señora gaditana que me contó como todos los días daba de comer primero a los gatos y después a las palomas, y me relató la vida, aventuras, y desventuras de más de media docena de felinos.

historia de gatos callejeros

La amable y sincera señora me avisaba de que padecía alzhéimer mientras intentaba mostrarme unos parches de medicación que llevaba pegado en el cuerpo pero qué no recordaba muy bien dónde,… y me pedía disculpas anticipadas por si repetía algunas cosas y olvidaba otras.

Me quedé con ella un rato muy a gusto, la escuchaba mientras con las manos hacía pegajosas albóndigas de pienso, paté para gatos y arroz hervido. Me contaba como todos los días llegaba realmente preocupada a la escollera por si a alguno de sus gatos le había pasado algo y no acudía a la cita. Hoy estaba tranquila porque en el recuento estaban todos, solo faltaba una que últimamente solía llegar tarde.

Catedral de Cádiz Te cuento de viajes

Me presentó a Cirio, que se llama así porque cuando lo encontró decía que estaba “hecho un cirio”. Lo tuvo en casa, lo curaba, lo llevaba al veterinario,… al parecer una hija le ayuda en todo el teje maneje felino que se trae entre manos.

Y por supuesto me presentó a Paqui, una gata blanca y negra que sin duda era su ojito derecho. Al parecer Paqui se ha mudado a una escollera, algo más lejos, y es la que ahora siempre llega la última… La gata caminaba sobre la piedra ostionera del malecón y en cuanto escuchó a su amiga, aceleró el gatuno paso para llegar pronto a su lado. La linda Cristina le hablaba a Paqui, ponía voz de niña y le preguntaba por su día, por sus correrías, por cómo había pasado la noche… Paqui le daba cariño con forma de roneo y buscaba su ración diaria de mimos, caricias y comida… Y tras lamer los restos de albóndigas de las arrugadas manos, la gata lista, no tardó en buscar la rica sombra de un banco. Cristina estaba feliz de verla contenta y me pedía que le hiciera fotos a su Paqui.

gatos en Cádiz malecón Te cuento de viajes

Y allí sentadas a pleno sol en el banco continuamos nuestra charla de tocaya a tocaya. Me contaba que, por supuesto, tenía media docena de gatos en casa y me hablaba de las diferentes personalidades-carácter, según los colores… ella los prefiere blancos y negros como su Paqui.

fotografía gatos callejeros Cádiz

También me habló de sus seis hijos y cero nietos…y esto de no tener nietos, al parecer no le molaba porque adora a los niños. Pero respetaba y entendía, decía que “la vida está muy complicada”. Me dijo los nombres de sus cuatro hijas, y de sus dos hijos. Me habló de los estudios que tenían y parecía que las dos jugábamos a las adivinanzas…

—Una de ellas ha estudiado eso de la capa de ozono rota y esas cosas mmmm…

—¿Ambientales? —dije alzando la voz al fijarme en el audífono en su oreja derecha.

—¡Eso es!, ambientales. Luego el otro es de eso de los botones,…mmm….

—¿Informático? —dije al verla teclear en el aire con dos dedos.

—Sí eso,… ése es muy listo muy listo.

—Otra estudió esto de los mapas…mmm ¿Geografía? —recordó ella…—mmm pero era un nombre más largo…mmm…

—¿Historia?

—Eso, eso, Geografía y Historia,…¿o es al revés? ¿Historia y Geografía?…bueno da igual, debe ser lo mismo.

—Y mi Cristina, está feo que yo lo diga, pero es guapa guapísima… A ella también le gustan los gatos, tiene una cosa de esa en internet. “Cádiz felina” se llama —me dijo muy rápida, lúcida y sin dudar. Tomé nota mental.

Me encantaba verla y escucharla, pese a sus lagunas mentales, se le transparentaba lo orgullosa que estaba del esfuerzo de sus hijxs, orgullosa de lo buenas personas que eran,… disfruté de ver cómo le brillaban los ojos de felicidad.

—Já! Aquí está! —gritó Cristina de repente. Y con una sonrisa triunfal, y con cuidado para no mancharse, se remangó la manga izquierda y me enseñó lo que ella llamó su “parche para la memoria”.

retrato Cádiz catedral Te cuento de viajes

Le hacía ilusión que compartiéramos provincia y que yo hubiera vivido en Cádiz mientras estudiaba, y me regaló entre carcajadas una frase. Desconozco si es suya, si es realmente así, o si quizás está tuneada por su memoria compleja y lacustre…me dijo algo como; “las mujeres de Cádiz, ni las de arriba ni las de abajo, se van nunca al carajo”.

Desconozco si era una respuesta airada, si hacia referencia a las clases sociales, o quizás a la geografía,… no sé ni para qué o cuándo se usaba, pero ella se partía de risa y yo con ella.

He cotilleado en la red y por ahora no he encontrado nada nuevo, solo el ya conocido origen de enviar a alguien al carajo, y de como al que mandaban allí era, por ende, un carajote. Ambas palabras son tremendamente gaditanas, muy usadas, y de origen náutico-marinero, pues el carajo es como se denominaba el punto más alto del palo mayor del barco. Aquí en la provincia de Cádiz es fácil mandar a alguien, o a algo, al carajo… o que te manden… y casi siempre sin maldad ni alevosía, mas bien con cotidianidad, familiaridad… Quizás podría ser sinónimo de mandar alguien a la porra 😉 pero mucho más versátil.

fotografía callejera Te cuento de viajes blog

Hice foto a sus gatos, y le hice fotos a ella pues me dijo que quería tenerlas para recordar este ratito,…”yo con mi memoria quizás mañana, o dentro de un rato, no me acuerde”. Me repitió que su hija tenía esa cosa de “Cádiz felina” en internet y que seguro que le haría ilusión ver las fotos… Luego investigué y he encontrado una página en Facebook, y por supuesto me encantaría hacerles llegar las fotos y este garabato que les hice con cariño y acuarela inspirado en el logo de Cádiz Felina.

ilustración gatos Te cuento de viajes

A la izquierda la catedral nos miraba a nosotras y al Atlántico azulverdeturquesa. Ya eran casi las dos de la tarde y el sol apretaba, por suerte la brisa permitía respirar. Me invitó a su casa a almorzar, mientras me señalaba lo cerca que vivía. Hoy como hacía mucho calor sabía que tenía algo fresquito para comer…pero no recordaba qué era. Decliné, y agradecí de corazón la invitación, le di dos besos y un abrazo, y me despedí de “su Paqui” . Ella me dio las gracias por escucharla, por la compañía y el abrazo, …me regaló una última sonrisa y se quedó en el malecón junto a sus gatos.

retrato gaditano

Yo me alejé pensando en la fragilidad de la memoria, en como sus roturas eran tapadas, cosidas, remendadas, cubiertas, por un literal parche. Recordé que estos pequeños encuentros con fragmentos de vidas anónimas se diluyen con facilidad entre los muchos recuerdos que con los años se acumulan,… Y allí, en el gaditano y habanero malecón del Campo del Sur, decidí que algunas de estas vidas fugaces que me cruzo en tránsito y que enriquecen escapadas, viajes,…la vida,… se quedarán aquí conmigo. Gracias tocaya por este ratito agradable, por el brillo de tus ojos, por tu sonrisa.

Nota autora: meses después…pude contactar, a través de Facebook, con ella y con sus hijas, y para mi fue una alegría inmensa que les encantara el relato  🙂 me hizo muchísima ilusión. Sus bonitas palabras fueron un precioso regalo. Gracias.

Campo del Sur Cádiz


18 respuestas a “Cádiz felina : Vidas Fugaces en el Campo del Sur

  1. Si es que lo sabía, tu has nacido para contar historias como esta. Lo que no se es como has tardado tanto tiempo en ponerte a escribir y hacernos pasar un rato agradable no solo leyéndote sino viendo las fotos o los dibujos. Me ha encantado que lo sepas.

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    1. Muchísimas gracias Jose por tus bonitas palabras. Tenía mis muchas dudas con las historias…no sabía si mis infundios le podían interesar a alguien 😀 Me alegra mucho leer que te ha encantado 😀 Un abrazo enorme para ti & family

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    1. Que bonito lo que me dices Gladys (¿aquí no hay muñeco que se sonroja? 😳 ) Miles de dudas compañera…dudas de todos los colores 😉
      Me hace mucha ilusión que te haya gustado la pequeña historia. Muchas gracias linda por tus bonitas palabras y por estar cerquita.
      Un abrazo dominical.

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    1. Muchísimas gracias Arsenio por pasarte por este rinconcito y por tus bonitas palabras ¡No sabes cuanta ilusión me hacen! 🙂 Me alegra saber que tienes la suerte de conocerla 😀 y que te ha gustado el pequeño relato. Seguro que su vida da para mucho 🙂 !!!. Un abrazo y muchas gracias por alegrarme el día 🙂

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    1. Muchas gracias sandraduky por leerme y tomarte tu tiempo para comentar. Tus palabras me hacen mucha ilusión 🙂 , me alegro que te haya gustado la pequeña historia cotidiana. Ojalá te quedes cerquita y te vuelva a encontrar por algún rinconcito 😉 siéntete en casa. Saluditos y buen fin de semana.

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  2. Que historia tan tierna y real. Sin duda, en este viaje de la vida te topas con todo tipo de personas que, de alguna manera, te tocan y cambian algo en tu interior, aunque sea apenas un destello de ello. Al hablar de la fragilidad de la mente, me recuerdas lo efímeros que somos en este mundo y que lo único importante que puede quedar de nosotros es el recuerdo que sellamos en las personas que nos rodean. Ni nuestra cabeza nos acompaña hasta el final y que desgracia perderse viviendo y no poder hacer nada para evitarlo. Me alegra mucho decirte que esta anécdota tuya me ha hecho reflexionar acerca de aprovechar más el tiempo que tenemos junto a nuestros conocidos y desconocidos, de no ponernos barreras a la hora de entablar una conversación con un extraño… ¡Nunca sabes que historia te va a deparar a través de un «hola»! Últimamente, se ha perdido esa costumbre de conversar con esa persona persona que tienes junto a ti en el autobús, en la sala de espera de un médico o en la propia calle; puede que nos creamos más «sociables» por hablar con mucha gente a través de redes, pero… ¿Qué puede haber mejor que una buena charla, viendo la cara de tu compañero? ¡Te mando un abrazo muy grande!

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    1. Mi querida Mar:
      Que mensaje más sincero y bonito. Muchas gracias de corazón por estar cerquita 🙂 Leer que las letras de esta pequeña historia te han hecho, de alguna forma, reflexionar… me sonroja 😀 jajaja y a la vez me alegra mucho 😉 gracias por tus preciosas palabras.
      Sí, compañera de teclas, nuestra vida está llena de personas fugaces que seguro que tienen mucho más que sumar que restar 😉 solo hay que frenar, abrir los ojos, la mente, los oídos y dejar asomar el alma 😉
      Te comentaba en tu post que sin duda creo que en esta veloz tecno era de la comunicación es efectivamente cuando más incomunicados estamos… 😦 paradojas de la tecno vida.
      Y ayy sí la memoria, la vejez, … la involución del cuerpo, de la mente… Tu qué eres cinéfila ¿no crees que molaría más que la vida fuera a lo Benjamin Button? 😉 Un super abrazo y un feliz fin de semana!
      P.D: Creo que voy a añadir una P.D al post 🙂 Porque facebook finalmente me permitió contactar con ellas 😀 Y saber que a la dulce Cristina y a sus hijas les encantó el pequeño relato cotidiano confieso que me hace una ilusión tremenda 😀

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  3. Ojalá fuese así, vivir la vida de un joven con la experiencia, madurez y visión de una persona mayor que ya lo ha visto todo. Hace tiempo oí a una persona que hacía una reflexión muy buena, intentaré escribirla tal cual fue… si esta cabeza mía me deja. Decía que cuando somos jóvenes tenemos todas las energías del mundo, salvo el dinero y el tiempo necesarios para ello; y a medida que envejecemos, contamos con tiempo de sobra y, con suerte, también con el dinero que nos hace falta, sin embargo, nos fallan las energías para hacer todo aquello que una vez quisimos. Puede que parezca una reflexión un tanto triste, pero yo no me la tomo así; creo que tenemos que aprovechar cada oportunidad que tenemos en esta vida, no dejar de hacer cosas por falta de tiempo o dinero, disfrutar con lo que tengamos y de quienes tengamos al lado. No sé si tendremos una vida o varias, pero por ahora sé que tengo esta y quiero disfrutarla de verdad.

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    1. Pues sí Mar, yo también opino que molaría vivirla al revés 😉 . Toda la razón la historia que me comentas sobre la energía, así es. Yo tampoco lo veo como una reflexión triste, es una realidad bioquímica/biológica. Son muchas las veces que aplazamos la vida como si fuéramos superhéroes inmortales… seguro de que nuestro cuerpo responderá en todo lo que queramos el día de mañana,confiados de que existirá ese mañana… Somos especialistas en pensar en el ayer, y en el mañana, pasado mañana … cualquier cosa que nos aleje del AQUÍ y AHORA :/ … muy mal 😉
      Y esa es la actitud compañera de teclas 😉 por ahora solo hay una vida que sepamos 😉 … y hay que disfrutarla y vivirla de forma coherente con uno mismo 😉 , aunque eso signifique ir a ratos contracorriente como el salmón 😉 Un abrazo XL.

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